Pues resulta que ya emprendían.

Entreno, luego emprendo | Pablo del Pino - Entrenador, Economista y Empresario

Orgullo, satisfacción y agradecimiento resumen mi estado de ánimo si pienso en este proyecto de “Entreno, luego emprendo”. Dice un antiguo proverbio Zen aquello de: “Cuando el alumno está preparado aparece el maestro”. Sirva la referencia para todo menos para catalogarme como maestro de nada, y más bien para celebrar que fuimos a trabajar sobre Emprendimiento a un lugar donde cohabitan varios “soñadores” y de un nivel extraordinario.
Como la rica dieta mediterránea tenemos a un equipo completo y de lo más diverso. Me detengo a pensar en esa plantilla a la que pertenezco y considero que soy un tipo afortunado. Tenemos desde aquel que sueña con un pueblo libre, hasta aquella que abandonó su zona de confort para dedicarse a su pasión. Lo mismo nos acompaña uno que triunfó en la élite del fútbol Sudamericano e incorporó a su equipaje de viaje una dosis de humildad para compartir y crecer como otro que ha decidido afilar el hacha tras más de 15 años en el fútbol profesional. También nos hacen grandes aquellos que han sido cesados durante el año y que han decidido ser “tigres” para ser protagonistas de su carrera profesional y no desfallecer y permitir que otros decidan su destino. ¿Y de los más jóvenes? Pues de todos los colores los tenemos. Un soñador del estilo, un valiente que ha sobrevivido a los kilómetros existentes entre la china y casa de mamá y hasta un “generoso” que pone al servicio de los más pequeños todo su empeño para tecnificar en los aledaños de Prado del Rey.
Nos ayudan los más prudentes, aquellos que llenan de fútbol y realidad nuestros planteamientos, un coriano extraordinario para nuestro crecimiento y al que, en “petit comite”, ya intuimos soñar.
¿Tecnólogos? Ya me dirás. Un fenómeno del posicionamiento en la red y un obsesionado con el análisis que no tardará demasiado en hacer ruido.
Disfruto como un enano de este equipo, al que pertenezco y siento. Lo hago acompañado de un “loco” que quiere cambiar los patrones establecidos y de un periodista vocacional que encarna otro elemento fundamental en nuestra alineación.
Me despido agradeciendo a nuestro director que cuando planteamos una jornada temática se impusiera en un proyecto de 20 horas. Que pocas van a resultar ser al final.
GRACIAS EQUIPO.
Pablo del Pino.

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Pablo del Pino