¿Soledad ó decisión?

«Me siento solo», «qué ingrato es entrenar». Resulta más que probable que si estás leyendo este artículo, seas entrenador de fútbol o no, te hayas encontrado en más de una ocasión con estas dos recurrentes expresiones de uso común.

No suelen aparecer con la victoria. Qué curioso. Son expresiones mucho más vinculadas a la derrota. Podríamos aseverar en este caso, que el técnico, indiscutiblemente, se encuentra mucho más solo cuando pierde que cuando gana. Por tanto, podría relacionarse la sensación de soledad en torno a determinadas carencias para tolerar el «fracaso» ( casi nunca lo es) de la derrota. Mi opinión es que no estamos más solos de lo que deseamos estar.

¿ Qué cuota de responsabilidad me otorgo de cuanto pasa en el equipo?. He ahí la cuestión. Y no lo digo desde la presuntuosidad del técnico, en ocasiones también, sino desde la perspectiva de ese técnico «Superman» que se siente actor principal en las victorias y victima en las derrotas. Ahí tenemos un problema.

Y no creo que se justifique, la soledad, por aquello del tránsito del pensamiento individual del jugador (yo), al pensamiento colectivo del técnico ( nosotros). Esa transformación natural dirigida a hacerse responsable del colectivo por encima del jugador, tiene mucho más que ver con el cargo y la experiencia ( madurez) que con la sensación solitaria del técnico.

Sentirse solo en la derrota o en los malos momentos es preocupante. Si de verdad es soledad lo que uno puede sentir, a veces se confunden las emociones, podríamos identificar un fracaso mucho mayor que el proveniente del hecho de ser superado por el rival en competición. Sentirse solo es reconocer una construcción poco sólida del equipo en todo su conjunto.

Por ello, es fundamental creer en el trabajo de equipo, rodearse de aquellos que te cuestionen, que te hagan pensar, que se opongan a tus decisiones, que corrijan, que llenen de virtud los espacios de carencia del propio técnico. Si conseguimos como técnicos, equipos partícipes y con un alto sentido del propósito colectivo del equipo, conseguiremos que la derrota traiga de la mano la tristeza de todo ser competitivo pero nunca la sentiremos en soledad.

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Pablo del Pino