Un año mejores.

 

Acabó la temporada. Otro año más toca agradecer a mucha gente la posibilidad de ser tan feliz en mi profesión. En primer lugar, a ese conjunto de futbolistas de primerísimo nivel que he tenido la suerte de dirigir. Ellos son los verdaderos “players” (protagonistas) de todo este invento y por muchos años de profesión que vayan pasando siempre vengo a sorprenderme de la extraordinaria repercusión que el trabajo tiene sobre su rendimiento. Este año hemos trabajado con varios ingredientes fundamentales que han colmado la despensa de nuestro saludable vestuario. Destacaría de este grupo de futbolistas el alto grado de implicación para la consecución de objetivos así como un elevado grado de humildad para convertir situaciones desfavorables en el plano individual en situaciones de éxito.

Tuve la fortuna de trabajar con un cuerpo técnico excepcional. Son el más eficaz apoyo para romper ese “sobre utilizado” término de la “soledad” del entrenador. Yo soy un afortunado en cuanto a la compañía. Hago extensiva mi gratitud a los extraordinarios Sergio Ferrero, Moisés y Fran Álvarez, pilares fundamentales en el desarrollo de nuestro camino. Estos tipos son los que realmente dignifican la figura del desinterés más absoluto por su vocación. Mi admiración hacia ellos es inagotable.

No podría culminar este espacio de agradecimiento sin una breve mención para disculparme con aquellos a los que alguna decisión puntual les haya causado algún perjuicio. Desde que empecé a entrenar siempre tuve a bien, reconocer aquellas cuestiones sobre las que decidí y que, podrían haberse derivado hacia una perspectiva distinta. Para todos aquellos, mis sinceras disculpas desde la seguridad de haber actuado con la información precisa, mi respeto por la entidad, la responsabilidad del cargo y mi admiración por el ser humano.

Y por último, GRACIAS al Real Betis balompié por permitir mi desarrollo en la entidad más grande a la que un profesional del fútbol puede pertenecer. Nos preocupamos de que el escudo que defendemos se vea reflejamos en cada comportamiento, en cada acto, en cada entrenamiento. Lo hacemos desde el conocimiento de nuestra idiosincrasia y no solo formamos a futbolistas sino que los intentamos convertir en embajadores de nuestra causa.

Convencido de que todos hemos cumplido el objetivo de este año que no era otro que ser UN AÑO MEJORES.

Pablo Del Pino.

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Pablo del Pino